Medicinas como el Ozempic y Wegovy han generado popularidad tras la promoción de actores e influencers a través de redes sociales, hecho que ha generado una alta demanda, pero ¿cómo funciona? ¿es seguro?
Salamanca/Washington, 26 de noviembre (TheConversation/AP).- Millones de estadounidenses con obesidad serían elegibles para que medicamentos populares para la pérdida de peso como Wegovy y Ozempic sean cubiertos por Medicare o Medicaid bajo una nueva regla que anunció el martes el Gobierno del Presidente Joe Biden.
El mercado de medicamentos contra la obesidad se ha expandido significativamente en los últimos años, con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobando una nueva clase de inyectables semanales como Wegovy de Novo Nordisk y Zepbound de Eli Lilly para tratar la obesidad.
El costo de los medicamentos ha limitado en gran medida su acceso a los ricos, incluidas celebridades que alardean de sus beneficios. Un suministro mensual de Wegovy cuesta mil 300 dólares y Zepbound costará mil dólares. Su escases también ha limitado los suministros.
Dicho medicamento ha ganado enorme popularidad tras la promoción de actores e influencers a través de redes sociales, hecho que ha generado una alta demanda e, incluso, escasez de suministro en algunos países. ¿Tiene sentido el revuelo que ha levantado? ¿Para quién está de verdad indicado?
¿POR QUÉ ADELGAZAN ESTOS MEDICAMENTOS?
Denominado de forma genérica semaglutida, este fármaco es una incretina comercializada exclusivamente por el laboratorio danés Novo Nordisk bajo los nombres comerciales de Ozempic, Rybelsus y Wegovy.
Para explicar su funcionamiento tenemos que remontarnos a las investigaciones desarrolladas en la primera mitad del siglo XX. Con ellas se demostró que la administración oral de glucosa producía una mayor liberación de insulina que si ésta se hacía a una dosis equivalente por vía intravenosa. Fue en el laboratorio dirigido por el profesor W. Creutzfeldt donde se descubrió, en los años setenta, la existencia de ciertos péptidos responsables de este efecto. Se les otorgó el rango de hormonas bajo la denominación de incretinas.
Las incretinas endógenas, como el GLP-1 (péptido similar al glucagón 1) y el GIP (péptido insulinotrópico dependiente de glucosa), se producen en las células intestinales L y K, respectivamente. Estas hormonas se liberan en el intestino tras la ingesta de alimentos y actúan directamente sobre sus receptores específicos.
Su diana principal es el páncreas, estimulando la liberación de insulina e inhibiendo la de otra hormona: el glucagón. Así consiguen regular los niveles de glucosa en la sangre, aunque también actúan en otros órganos. Esto hizo de las incretinas un importante recurso terapéutico en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y, a posteriori, de la pérdida de peso.
En concreto, Ozempic es un análogo del GLP-1 que originariamente fue desarrollado, como otros de su mismo grupo, para tratar la diabetes tipo 2. Ahora también se ha convertido en un valioso recurso contra la obesidad. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), en 2021, y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), en 2022, autorizaron una nueva indicación de este fármaco para adultos con obesidad, sobrepeso o comorbilidades asociadas.
Este efecto se debe a que atraviesa la barrera hematoencefálica y actúa en las redes nerviosas centrales que regulan la ingesta de alimentos. Así consigue disminuir el apetito y ralentizar el vaciado gástrico, lo que prolonga la sensación de saciedad y reduce las ganas de comer.
Además, Ozempic puede mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto ayuda a quienes tienen resistencia a esta hormona, hecho muy común en la obesidad y la diabetes tipo 2. También conviene recordar otras acciones favorables sobre la presión arterial, la inflamación y los lípidos plasmáticos.
¿QUÉ RIESGOS TIENE?
Como cualquier otro medicamento, Ozempic no está exento de efectos adversos. La información disponible hasta el momento describe como efectos indeseados más comunes los que se producen a nivel gastrointestinal. Entre ellos se incluyen náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, dispepsia e hipoglucemia.
Se debe tener especial precaución al prescribirlo en pacientes con retinopatía diabética e informar sobre el riesgo potencial de tumores de células C de tiroides y de pancreatitis.
Ozempic y Wegovy se administran por vía subcutánea una vez por semana con muy buena biodisponibilidad. Es decir, la cantidad de fármaco que llega inalterada a la sangre es casi del 90 por ciento. Novo Nordisk también produce semaglutida para administrarlo por vía oral (Rybelsus), pero ofrece una biodisponibilidad reducida.
¿PARA QUIÉN ESTARÍA INDICADO?
Actualmente, el número de personas obesas en el mundo va en aumento, hasta el punto de considerarse una pandemia. Esta patología conlleva asociadas otras enfermedades, como hipertensión arterial o diabetes tipo 2. Por ello, la pérdida de entre el cinco por ciento y el 10 por ciento del peso corporal es imprescindible para disminuir los riesgos de desarrollar estas comorbilidades.
Con ese objetivo, la FDA y la EMA han aprobado la administración subcutánea de semaglutida para reducir y mantener el peso en adultos con obesidad o sobrepeso o que sufran al menos una de las patologías relacionadas, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 o colesterol elevado.
En todo caso, este tratamiento siempre es el complemento a una dieta baja en calorías y un aumento de la actividad física. Es decir, debe llevar asociados cambios de hábitos en estos dos ámbitos de nuestra vida.
SOLO CON RECETA
En la actualidad, las opciones terapéuticas para perder kilos son escasas, por lo que el impacto positivo de Ozempic ha despertado un gran interés en la comunidad médica y entre la población en general. Sin embargo, es inútil tratar de luchar frente a la obesidad si los hábitos dietéticos o la falta de actividad física que la desencadena no se corrigen. En España, por ejemplo, este fármaco se dispensa sólo con receta médica y habitualmente en la diabetes de tipo 2.
Según el grupo de expertos que ha elaborado el Informe de Posicionamiento Terapéutico, la pérdida de peso con Ozempic después de 60-68 semanas se detiene o se estabiliza. Si se retira el tratamiento, el paciente puede volver a ganar los kilos perdidos. Eso significa que se requeriría un uso continuado para mantener estable esa reducción, aunque desconocemos si existen efectos adversos a largo plazo.
El “fármaco milagro” con el que se consigue perder peso de forma rápida y sin ningún esfuerzo no existe. En la obesidad es imprescindible la supervisión médica; lo contrario resulta ser un autoengaño y un riesgo para la salud.
BIDEN BUSCA QUE MEDICARE CUBRA LOS MEDICAMENTOS ANTI-OBESIDAD
La costosa propuesta del Departamento de Salud y Servicios Humanos, bajo el mandato del demócrata Joe Biden, prepara el escenario para un posible enfrentamiento entre la poderosa industria farmacéutica y Robert F. Kennedy Jr., un opositor declarado de los medicamentos para perder peso que, como nominado del presidente electo Donald Trump para dirigir la agencia, podría bloquear la medida.
Aunque la regla daría acceso a millones de personas a inyectables semanales que han ayudado a las personas a perder peso tan rápidamente que algunos los han etiquetado como medicamentos milagrosos, costaría a los contribuyentes hasta 35.000 millones de dólares en la próxima década.
“Es un buen día para cualquiera que sufra de obesidad”, dijo el Secretario de Salud, Xavier Becerra, a The Associated Press en una entrevista. “Es un cambio radical para los estadounidenses que de otra manera no podrían pagar estos medicamentos”.
The Biden administration is taking a big step forward by proposing expanded coverage for obesity medications like Wegovy and Ozempic. This could change the lives of millions, making life-saving medications and obesity treatment more accessible.
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— National Hispanic Medical Association (@NHMAmd) November 27, 2024
La norma estaría finalizada hasta enero, días después de que Trump asuma el cargo. Una coalición bipartidista de miembros del Congreso ha abogado por que los medicamentos los cubra Medicare, diciendo que podría ahorrar al gobierno miles de millones de dólares en el tratamiento de enfermedades crónicas ocasionadas por la obesidad. Aunque no está claro cuál es la posición de Trump mismo sobre la cobertura de los medicamentos para perder peso, sus aliados y elecciones para el gabinete que han prometido reducir el gasto gubernamental podrían rechazar el precio inicial.
Según la propuesta, solo aquellos que se consideren obesos —alguien que tiene un índice de masa corporal de 30 o más— calificarían para la cobertura. Algunas personas ya tienen la cobertura de los medicamentos a través de Medicare o Medicaid si tienen diabetes o están en riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca.
Becerra estimó que 3.5 millones de personas adicionales en Medicare y cuatro millones en Medicaid podrían calificar para la cobertura de los medicamentos. Pero las investigaciones sugieren que muchas más personas podrían calificar: los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid estiman que aproximadamente 28 millones de personas en Medicaid se consideran obesas.
Medicare, un seguro respaldado por el Gobierno, no cubre productos para la pérdida de peso. Sin embargo, la regla propuesta por la Administración Biden reconocería la obesidad como una enfermedad que puede ser tratada con la ayuda de medicamentos.
— Con información de María Josefa García Barrado